Testimonio N°130
Revista del Instituto de Estudios Social Cristianos (IESC)
Lima, enero – abril 2020
Pág. 08 – 09
Ha bastado un virus, el más pequeño y deforme elemento de la naturaleza, para recordarnos que somos frágiles y mortales, y que sin Dios la vida no tiene sentido y la creación queda devastada.
La contemplación del mundo omnipotente y mortal
Como responder las preguntas existenciales
La resurrección de Cristo es el triunfo de la vida